Una ocasión en la que veía la televisión me tope con un documental sobre la vida animal de las leonas durante la crianza de sus cachorros, el programa narraba el ajetreado día que una leona adulta y sus tres crías vivían en las praderas africanas. El narrador hablaba sobre lo difícil que es para una hembra mantener con vida a sus cachorros, ya que la salvaje vida en aquellas praderas esta llena de peligros y enemigos, enemigos que incluso llegan a ser de su misma especia.
Las madres, símbolo de protección para los cachorros. |
llega al climax cuando la leona se ve forzada a retirarse más lejos que de costumbre en busca de alimento, dejando a sus cachorros en una madriguera; los tres inquietos leones desobedecen las reglas de su madre y salen a curiosear el exterior, por supuesto los camarógrafos y fotógrafos no dejaban de seguir cada uno de sus movimientos.
Después de un gran recorrido con los tres leones, estos se topan con cuatro leones adolescentes los cuáles juegan rudamente hasta el punto de ver a los cachorros como un juguete, el juego se vuelve en intenciones maliciosas y los cachorros comienzan a percatarse de la determinación de estos jóvenes leones por matarlos así que deciden huir, les hes difícil en un principio pero dos de ellos corren con un poco de suerte, desgraciadamente el tercer cachorro no fue tan afortunado pues los cuatro adolescentes
terminaron matándolo con sus pesadeces.
Los cachorros sobrevivientes huyen tan desesperados que quedan atrapados en un barranco que daba hacía un río; los camarógrafos siguen filmando, los leones no caen al río gracias a la habilidad y a sus garras que se encuentran enterradas en un tronco, sin embargo sus pocas fuerzas no les van a servir de mucho; tiempo más tarde la lluvia se aproxima y el grupo de leones mayores se aburren de jugar con el cadáver del león así que deciden ir por los otros dos fugitivos.
Kilómetros lejos de ahí, la madre percibe la lluvia que se aproxima y corre en busca de sus cachorros, el río comienza a crecer y los dos leones cansados se sostener su peso comienzan a resbalarse del tronco que los mantiene con vida; mientras tanto los jóvenes leones se las ingenian para volverlos a atrapar y continuar con el juego. Afortunadamente la velocidad de la leona le permitió llegar a salvar a sus dos cachorros, ahuyentando a los malvados adolescentes y bajando al barranco por sus dos leoncitos.
Después de buscar a su tercer cría, se da cuenta que detrás de un pastizal espeso esta su cuerpo sin vida; es conmovedor el rostro de la leona pues la tristeza se refleja en su mirada y en su caminar, se siente derrotada y enfurecida a la vez así que decide quedarse junto a su cachorro sin vida, sus hermanos no logran entender pero lamen el cuerpo de su hermano esperanzados que despierte.
Mientras veía la situación de los cachorros y de la leona aumentaba mi desesperación, me cuestionaba ¿Porqué los camarógrafos y fotógrafos que se encontraban ahí no ayudaron a los leones en peligro?. Debo confesar que me he cuestionado lo mismo con otros documentales, en los que animales se enfrentan a situaciones en las cuales peligra su vida. No creo tener la respuesta, sin embargo pienso que debe de existir una ética profesional, en la cual el camarógrafo refleja la realidad sin manipularla apartándose completamente de su lado humanitario.
Pienso también (poniéndome en los zapatos de estos profesionales) que debe ser un peligro acercarse a animales salvajes, llegando a exponer en la mayoría de los casos su vida. Lo que no me cabe duda es que momentos como estos despiertan emociones, estamos hablando de seres vivos que luchan día con día para sobrevivir. Los camarógrafos, sin lugar a dudas, tuvieron que experimentar alguna sensación pero el profesionalismo y la ética son una barrera en estos casos.
Kilómetros lejos de ahí, la madre percibe la lluvia que se aproxima y corre en busca de sus cachorros, el río comienza a crecer y los dos leones cansados se sostener su peso comienzan a resbalarse del tronco que los mantiene con vida; mientras tanto los jóvenes leones se las ingenian para volverlos a atrapar y continuar con el juego. Afortunadamente la velocidad de la leona le permitió llegar a salvar a sus dos cachorros, ahuyentando a los malvados adolescentes y bajando al barranco por sus dos leoncitos.
Después de buscar a su tercer cría, se da cuenta que detrás de un pastizal espeso esta su cuerpo sin vida; es conmovedor el rostro de la leona pues la tristeza se refleja en su mirada y en su caminar, se siente derrotada y enfurecida a la vez así que decide quedarse junto a su cachorro sin vida, sus hermanos no logran entender pero lamen el cuerpo de su hermano esperanzados que despierte.
Una toma demasiado cerca |
Mientras veía la situación de los cachorros y de la leona aumentaba mi desesperación, me cuestionaba ¿Porqué los camarógrafos y fotógrafos que se encontraban ahí no ayudaron a los leones en peligro?. Debo confesar que me he cuestionado lo mismo con otros documentales, en los que animales se enfrentan a situaciones en las cuales peligra su vida. No creo tener la respuesta, sin embargo pienso que debe de existir una ética profesional, en la cual el camarógrafo refleja la realidad sin manipularla apartándose completamente de su lado humanitario.
Pienso también (poniéndome en los zapatos de estos profesionales) que debe ser un peligro acercarse a animales salvajes, llegando a exponer en la mayoría de los casos su vida. Lo que no me cabe duda es que momentos como estos despiertan emociones, estamos hablando de seres vivos que luchan día con día para sobrevivir. Los camarógrafos, sin lugar a dudas, tuvieron que experimentar alguna sensación pero el profesionalismo y la ética son una barrera en estos casos.
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